Federación de Enseñanza de CCOO de Aragón | 4 mayo 2024.

El sistema de la Formación Profesional en Italia: retos y desafíos en la autonomía regional

  • La regionalización se creó para dar autonomía a las regiones en base a sus prioridades y aptitudes productivas.
  • El sistema hoy está, casi mayoritariamente, en manos privadas que han impuesto prácticas de precarización laboral.

09/06/2023.
Asistentes a la jornada organizada por FECCOO

Asistentes a la jornada organizada por FECCOO

En el marco de la jornada “La incidencia de las leyes educativas en el desarrollo estratégico de la acción sindical”, organizada por la Federación de Enseñanza de CCOO, intervino Leonardo Croatto, de la Federazione Lavoratori della Conoscenza (FLC) vinculado al sindicato Confederazione Generale Italiana del Lavoro (CGIL) para abordar el tema “El sistema de la Formación Profesional en Italia. Del sistema nacional a la autonomía regional”, con la finalidad de hacer una radiografía de la situación actual del sistema de Formación Profesional en Italia.

Con la regionalización del sistema, cada región ha adquirido autonomía en la gestión de la Formación Profesional, lo que ha generado una diversidad de enfoques y capacidades de financiamiento en todo el país.

Hasta 1998, el sistema italiano era centralizado; pero, para adaptarse a las realidades productivas locales, se implementó un enfoque regional. Esta descentralización ha dado lugar a diferencias significativas en la forma en que cada región opera en el ámbito de la Formación Profesional, dependiente del Ministerio del Trabajo. En consecuencia, el alumnado puede experimentar disparidades en la carga horaria y el contenido educativo, dependiendo de la región en la que se encuentre, pues la atomización de esta política educativa ha llevado a que el nivel de enseñanza varíe considerablemente según la ubicación geográfica, y a una falta de coherencia y uniformidad en el sistema, lo que plantea desafíos en la calidad y la equidad en la FP.

El modelo de educación italiana, originado durante el período del fascismo, se basa en la división de las clases sociales, donde las clases adineradas escogen la opción de bachillerato, mientras que el resto de la población accede a la Formación Profesional.

El sistema de Formación Profesional consta de tres años de formación general, seguidos de opciones para continuar avanzando, obtener títulos profesionales o seguir una ruta académica hacia la Universidad. Así, la FP se concibe como un camino hacia el empleo y los primeros tres cursos se centran en disciplinas fundamentales, mientras que los posteriores abordan materias técnicas de mayor complejidad.

En Italia, una gran cantidad de centros de Formación Profesional son administrados por empresas privadas y la Iglesia Católica, que han introducido prácticas laborales precarias para sus docentes, con situaciones similares a las observadas en España. En algunos casos, los contratos arrancan poco antes del inicio del curso, lo que afecta su estabilidad laboral y motivación.

Lamentablemente, en regiones como Cerdeña, el sistema de Formación Profesional ha enfrentado dificultades financieras, lo que ha llevado a la incapacidad del sistema para el pago de salarios y a la interrupción de las clases. La situación es especialmente preocupante en estas áreas, y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles es apremiante.

Además, la posibilidad de volver a la estatización del sistema de Formación Profesional en Italia representa una dificultad difícil de asumir, pues hoy existen casi 20 sistemas diferentes y no se pueden homologar fácilmente, ya que tienen prioridades, presupuestos, planificaciones e intereses regionalmente diversos.