Federación de Enseñanza de CCOO de Aragón | 7 octubre 2024.

Banner cabecera

Informe Mundial de Unesco 2023

La tecnología en la educación debe estar al servicio de los derechos de la infancia

  • Para CCOO, el cambio digital que facilita las tecnologías debe estar al servicio de la equidad y del éxito educativo de todo el alumnado en todas las etapas educativas –obligatoria y postobligatoria–, a través de un modelo didáctico con un enfoque global que contemple la educación integral de las personas.

27/07/2023.
La tecnología en la educación debe estar al servicio de los derechos de la infancia

La tecnología en la educación debe estar al servicio de los derechos de la infancia

Ante la presentación del Informe Mundial de la Educación 2023 (siglas en inglés GEM 2023) de la Unesco, este año dedicado a la tecnología en la educación, CCOO pide a la comunidad educativa una reflexión rigurosa sobre el cambio digital que se está produciendo en los distintos sectores de la sociedad y su impacto en el sistema educativo.

El sindicato quiere recordar su posición. Con la pandemia de la COVID-19, las tecnologías se revelaron como un espacio de soluciones para los problemas derivados de la crisis sanitaria. Pero la relación entre la pandemia y las TIC quedó reducida a un intento de gestión de la educación en tiempo de crisis. Un enfoque reduccionista y erróneo que, en esos momentos, ocultó algunos de los problemas de fondo de la educación española: un currículo excesivo en sus contenidos, unas ratios imposibles, una escuela pública debilitada tras varias décadas de políticas neoliberales y un colectivo docente sobrecargado de trabajo y con necesidad de formación en competencia digital.

Por otra parte, persisten algunas de las brechas que ya se pusieron de manifiesto durante y después de la pandemia: la económica, que hace referencia al alumnado que tiene acceso al uso de la tecnología en su casa y el que no; la de uso, los que disponen o no de ayuda para mejorar su uso y aprovechamiento; y los que tienen un profesorado formado para obtener el máximo rendimiento de la digitalización. Para salvarlas, la Administración educativa central, autonómica y local tiene pendiente desarrollar planes de actuación que permitan dotar de tecnología y acceso tecnológico gratuito a las personas que no lo tienen; formación a las familias y a las trabajadoras y a los trabajadores del sector; y optimizar, al máximo, de forma positiva el impacto de la digitalización en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Las tecnologías deben ponerse al servicio de los derechos de la infancia: a la educación, la equidad y la atención personalizada. El cambio digital que facilita la tecnología y su uso debe estar al servicio del éxito educativo de todo el alumnado en todas las etapas –obligatoria y postobligatoria–, a través de un modelo didáctico con un enfoque global que contemple la educación integral de las personas. Lo fundamental sigue siendo el proyecto educativo que incorpore las herramientas adecuadas para su desarrollo.

En cualquier caso, y como indican algunos expertos y expertas, con independencia de la etapa o de la tecnología que se desarrolle para mejorar el éxito del alumnado deberán ser la escuelas e institutos, sus claustros y el conjunto de la comunidad educativa los actores de la transformación, arrebatándole el protagonismo a las grandes empresas multinacionales del sector.

Será la comunidad educativa la que deba definir, gestionar y protagonizar las acciones necesarias para afrontar el desafío del impacto tecnológico, con el debido apoyo y acompañamiento de las administraciones y otros agentes que generen nuevas oportunidades y actúen como catalizadores para favorecer la transformación digital de los centros, que asumen la difícil e ilusionante tarea de educar en un sistema cuya estructura y organización están cambiando.

Documentación asociada
Documentación asociada